sábado, 26 de abril de 2008

Juego

Subí por las escaleras hasta la primera planta. Sobre la cama se hallaba nuestra madre, sonriendo y mostrando en sus ojos una brillante mirada. “Acércame el álbum de fotos”, dijo, mientras sujetaba con ahínco un cepillo con el que comenzó a arreglarse los castaños cabellos, en los que a continuación colocó un pasador de mariposa. Le acerqué el álbum y entonces abrió la portada, señalando las fotografías de nosotros siendo niños, felices, inocentes.

***

Realicé aquél acto ascendente por la parte del edificio que servía para llegar a la primera planta. Sobre el mobiliario que utilizábamos para dormir, se hallaba la mujer que nos había traído a la vida, sonriendo y mostrando en el órgano que sirve para ver, una brillante mirada. “Acércame el libro donde guardamos nuestros recuerdos”, dijo, mientras sujetaba con ahínco un objeto plateado y con flexibles puntas con el que comenzó a arreglarse los castaños cabellos, en los que a continuación colocó un bello insecto con alas multicolor de nácar con un prendedor. Le acerqué lo solicitado por ella, y entonces abrió la primera pasta dura de aquel objeto, señalando unos cartones donde se mostraban nuestras imágenes infantiles, felices, inocentes.

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