miércoles, 3 de marzo de 2010

Sin

La esperanza se está tiñendo, la podredumbre la abraza, la cobija bajo sus terribles brazos, mientras la humanidad la va dejando poco a poco arrinconada en lo más hondo de sus almas. No hay verde que me embargue, sino herrumbre que carcome mis pasos. Miro al frente y presiento, niego esas palpitaciones que hacen temer el futuro. Pero, ¿dónde estás? Necesito tu cara y tu aliento, que me tintes con tu color primavera, que me halles cansada y me acunes. No quiero balancearme más en la soledad, no quiero respirar si no es aire puro, no quiero vivir más si no veo más que carroña.

© Mª Teresa Martín González