¿Es que lo real tiene que ser visible?
¿Es que lo absurdo es lo que nadie ve?
Pues tan loco debe ser mi espíritu,
que vagabundea por los jardines del amor.
No lloráis acaso al notar
que vuestro corazón con dolor se rompe,
mas nadie diría que sois fantasma
y que vuestra alma se escapa del cuerpo.
Si es que el actor en su obra,
diseña en su rostro el drama que interpreta,
¿no puede acaso el más fie amante
disimular el amor que con pasión siente?
No puedo yo pues, amor mío,
querer guardar en mi interior mi amor,
ser egoísta y que nadie comparta conmigo
lo que yo puedo sentir por vos,
y así nadie podrá decirme,
"pobrecita niña que su amor lejos tiene".
Pues mis suspiros cuentan las horas
en el mas fiel secreto,
esperando que todos vea
lo "absurdo" de nuestro amor.
Julio 1997
© Mª Teresa Martín González